domingo, 16 de enero de 2011

El punto sin retorno - Fantasma de la ópera



El punto sin retorno ofrece demasiados espacios para puntos de vista muy variados, ¿Cuál es el significado real de la canción compuesta por el fantasma de la ópera? La letra que adorna la ya de por si poderosa melodía de “el punto sin retorno” es una letra pasional, fortísima y arrolladora, encaja perfectamente en la representación supuesta del “Don Juan triunfante” que propone el argumento pero algo se esconde más allá.


Esta es la canción que el fantasma ha escogido para cantar con Cristine y al ser el autor de la misma nos puede llevar a nuevas interpretaciones, ¿Qué llevaría al fantasma a escribir una canción tan pasional? La obvia respuesta es su pasión por Cristine, la letra hace referencia a la sangre que se enciende, a la flor que florece, los misterios del amor físico que el fantasma no puede más que imaginar pues su deformidad lo hace ser y sentirse despreciado por toda mujer, él hombre que está detrás de la máscara, del genio y de la música nunca ha experimentado más que en su imaginación lo que describe la canción y lo ha imaginado con Cristine, por eso escoge cantar esa canción junto a ella, exponiéndose al estar en escena; el fantasma hace que en su obra, en su canción, en el mundo de utilería y luces artificiales que ha creado esa noche, en ese reino de ilusiones ópticas y notas, que Cristine le corresponda y aún más, le desee y lo exprese en la pregunta del texto “¿cuánto debemos esperar para poder ser uno solo?”, hay una pasión urgente en la letra, una embriaguez total en la música, son dos amantes decididos, más allá de la línea del “bien y el mal”; así se siente el fantasma en su pasión por Cristine, desbordante, obsesiva, más allá de toda consideración moral o ética, de lo correcto o lo justo, de los cuestionamientos; su pasión lo desborda y es él en la letra en ambas voces, lo que quiere decirle y lo que quiere oír, ¿Qué persona que haya estado enamorada alguna vez no ha inventado su declaración de amor en su mente? No la ha repasado una y otra vez y ha previsto las posibles contestaciones, hay algunos que hasta sueñan lo que desean que les respondan y crean una imaginaria e ideal conversación, esto es lo que hace el fantasma, representa su ideal en la canción y hace a Cristine participe de su pasión.


Cristine esta aterrada,al entrar a escena sabe que la pasión desbordada del fantasma es peligrosa pero a medida que la canción fluye, ella también se deja llevar, por su papel, por sus líneas, por su personaje, recuerda porque no quiere lastimar a este genio, a su maestro, en algún tiempo su ángel, Cristine siente en su piel, en su voz, que es este hombre el único que puede hablar en su idioma, que es un ángel a su manera, recuerda la fascinación hacia la maravillosa voz de su ángel de la música, quizá rememora el tiempo en el que se sintió protegida y amada por el ente espiritual que le enseñaba a cantar, siente algo de la pasión, está en la música y ella es la música no puede evitar que se le erice la piel y se le cierren los ojos.

En el abrazo final, Cristine totalmente dentro de su papel, sintiendo la música en su alma, el fantasma tomando en sus brazos a la mujer que ama, como siempre ha soñado tomarla, acaricia su rostro, la máscara, el personaje, esconden su fealdad y se siente casi un ser humano, un hombre enamorado y la pasión se empieza a desvanecer, la obsesión se empieza a eclipsar, y el amor que siente por Cristine lo hace susurrar, yo pienso que totalmente fuera de partitura, que la ama, lo hace rogar que lo alivie de su soledad, le abre el corazón de monstruo ennegrecido, donde aún puede ser un hombre suplicando por bondad y amor, donde desea volverse un esclavo para seguirla donde sea que vaya, Cristine despierta del personaje; le está hablando el hombre detrás de la máscara y le aturde la gran carga emocional de la declaración, me atrevo a pensar que se conmueve y lo piensa, no hay una mirada a Raoul, solo acerca la mano al antifaz del fantasma, quizá para tomar una decisión final, pues está confundida, necesita verlo, comprenderlo, quizá preguntarse si puede responder a su petición.

Cristine no arranca la máscara para la burla del fantasma, sino para responder la pregunta que acaba de hacerle; pero ese hombre está demasiado herido por los humanos, demasiado lastimado y el grito de horror de la multitud no le deja ver la compasión que humedece los ojos de Cristine y la duda que por un segundo le ha nublado la mente, ¿si acaso no podría amar a ese hombre y aliviar su soledad?. El arranque de cólera del fantasma es lo que disipa la duda de Cristine, su explosión, su maldad, es lo que la aleja de él mismo y no su rostro desfigurado, como ella misma le dice ya raptada en el sótano y sin sombra de dudas, la desfiguración la trae en el alma más que en el cuerpo.

Si el fantasma no hubiera montado en cólera quizá la historia hubiera sido diferente; quizá al verlo Cristine hubiera pensado que no era repulsivo, que podía acostumbrarse a su rostro y hasta compadecerlo por siempre, que podía aprender a amar su alma más que su cuerpo y rescatar su genio torturado; pero justo en ese momento es que el alma del fantasma se le muestra negra, macabra, obsesiva y colérica y es por esto y no por su rostro que Cristine le rechaza de manera tajante; pero fue la deformidad del rostro del fantasma y las constantes burlas del mundo y el desprecio y la humillación lo que hicieron que no pudiera ver más que desprecio en Cristine pues no estaba acostumbrado a la compasión; en fin Eric, el hombre detrás del fantasma, no podía haber reaccionado de otra manera, pues está lastimado por la crueldad de su deformidad y él mismo ha acabado por creer que es imposible que lo amen y por eso aleja de sí sin darse cuenta, sin quererlo, su única oportunidad de amor, la culpa de la tragedia del fantasma es haber creído lo que el mundo le dijo siempre, es finalmente el error de haber nacido desfigurado en un mundo que no le mostro compasión o que se la quiso mostrar muy tarde.

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